El caso se remonta a 2016, cuando la Oficina Holandesa Anti Fraude, que investiga presuntos delitos económicos y fiscales, observó varias transacciones dudosas a nombre de ING. Llevadas a cabo por particulares y empresas, una de las más significativas incluyó el pago de varios millones de dólares en sobornos a la hija del presidente de Uzbekistán, Gulnara Karimova. La compañía involucrada era VimpelCom, y la Oficina Anti Fraude califica los hechos de “ejemplo de la forma de actuar de ING”. El propio Banco de Holanda advirtió al grupo de que debía mejorar sus controles, pero sin éxito. En 2016, ING sí incluyó en su informe anual una nota acerca de las pesquisas de que era objeto por parte de los fiscales. “No hay pruebas que demuestren que nuestros empleados trabajaran con los clientes para blanquear dinero. Tampoco de que se hayan lucrado, pero algunos gerentes no hicieron bien su trabajo y se tomaron las medidas adecuadas: unos perdieron el trabajo, otros percibieron menos sueldo”, ha añadido Hamers. La entidad pagará la multa con los beneficios obtenidos en el tercer trimestre del año (en el segundo trimestre ganó 1.400 millones de euros), y ha puesto en marcha un programa especial para evitar nuevos fraudes. Su máxima es “conoce al cliente”, y refuerza la supervisión de las cuentas, labor compartida por varios departamentos. Enlace: https://elpais.com/economia/2018/09/04/actualidad/1536056242_800940.html
ING paga una multa de 775 millones de euros por no supervisar el blanqueo de dinero
13 de diciembre de 2024
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